lunes, 26 de noviembre de 2018

Esclerosis múltiple


La Esclerosis Múltiple es una enfermedad degenerativa y crónica del sistema nervioso, de origen autoinmune, que afecta al cerebro y la médula espinal

¿Cómo es que se da esta enfermedad?
El sistema inmune ataca a la mielina, que es la sustancia que envuelve las fibras nerviosas o neuronas. La mielina se deteriora y presenta cicatrices, conocidas como esclerosis, entonces aparece la inflamación. Los impulsos nerviosos que circulan por las neuronas se ven entonces entorpecidos o directamente interrumpidos, con los consiguientes efectos en el organismo.

Epidemiología
A nivel mundial, este padecimiento es más común en mujeres, con una proporción de dos por cada tres casos; afecta a adultos de entre 20 y 40 años de edad, es crónica e incurable. La expectativa de vida se reduce en promedio siete años.
Tiene gran impacto porque afecta a población económicamente activa, y si no se controla a tiempo puede generar discapacidad.
En México existen de 15 a 18 casos de esclerosis múltiple (EM) por cada 100 mil habitantes; es decir, hay más de 20 mil casos en todo el país.
Se calcula que hay unos 2,5 millones de personas que padecen esclerosis múltiple en todo el mundo. La epidemiología de la esclerosis múltiple sugiere que la proporción de mujeres con esta condición está aumentando y que aproximadamente hay dos o tres pacientes mujeres por cada varón con la enfermedad.
Por cierto  el 29 de mayo se conmemora el día mundial de la “Esclerosis múltiple”.
Causas
La causa de la esclerosis múltiple se desconoce, pero se sospecha que un virus o un antígeno desconocido son los responsables que desencadenan, de alguna manera, una anomalía inmunológica, que suele aparecer a una edad temprana. Entonces el cuerpo, por algún motivo, produce anticuerpos contra su propia mielina.
Esto provoca, con el paso del tiempo, la aparición de lesiones de desmielinización y, posteriormente, cicatrices (placas) en distintos puntos del sistema nervioso central. La desmielinización puede afectar a zonas diversas del sistema nervioso central y la distinta localización de las lesiones es la causa de la variabilidad y multiplicidad de los síntomas (trastornos motrices, sensitivos, del lenguaje, del equilibrio, viscerales, etcétera).
También hay pruebas de que la esclerosis múltiple es más frecuente entre personas que tienen una susceptibilidad genética.
Estas teorías son en realidad complementarias. Un virus común puede activar el sistema inmunitario del cuerpo, haciendo que ataque y destruya mielina del sistema nervioso central en una persona genéticamente susceptible.

Factores de riesgo
Edad. La esclerosis múltiple puede presentarse a cualquier edad, pero con más frecuencia afecta a personas de 15 a 60 años.
Sexo. Las mujeres tienen casi el doble de posibilidades que los hombres de padecer esclerosis múltiple.
Antecedentes familiares. Si uno de tus padres o hermanos tuvo esclerosis múltiple, el riesgo de que padezcas la enfermedad es mayor.
Determinadas infecciones. Diversos virus se asocian a la esclerosis múltiple, entre ellos, el de Epstein-Barr, el cual provoca la mononucleosis infecciosa.
Determinadas enfermedades autoinmunitarias. Si padeces la enfermedad tiroidea, diabetes tipo 1 o la enfermedad intestinal inflamatoria, corres un riesgo levemente mayor de sufrir esclerosis múltiple.
Niveles bajos de vitamina D.
Climas Templados.
Signos y síntomas
Los síntomas de la Esclerosis Múltiple son variables dependiendo de la localización, la extensión, la gravedad y el número de las lesiones. Son diferentes para cada persona, por ello se la suele conocer como “la enfermedad de las mil caras”. Pero los mas síntomas más comunes son:
Cansancio
Visión doble o borrosa
Problemas del habla
Debilidad en los miembros
Pérdida de fuerza o de sensibilidad en alguna parte del cuerpo
Espasmos musculares
Sensación de hormigueo o entumecimiento (Parestesias)
Problemas de control urinario
Dificultad para andar o coordinar movimientos
Tipos de esclerosis múltiple
1. Esclerosis múltiple remitente-recurrente: El subtipo y curso más frecuente, en esta modalidad de esclerosis múltiple surgen brotes sintomatológicos inesperados y no previsibles que con el paso del tiempo terminan desapareciendo, habiendo tanto remisión como recuperación sintomatológica.
2. Esclerosis múltiple progresiva primaria: Uno de los tipos menos frecuentes, en este subtipo de esclerosis no se pueden identificar brotes concretos, pero de forma progresiva se van viendo síntomas que van empeorando poco a poco.
3. Esclerosis múltiple progresiva secundaria: Es igual que en la remitente solo que en este tipo los síntomas no desaparecen si no que van empeorando de manera progresiva.
4. Esclerosis múltiple benigna: La recuperación del paciente de ellos se da de forma completa, teniendo síntomas más leves y que al parecer no empeora con el tiempo. La discapacidad que provoca es muy pequeña.
Diagnóstico
Una historia clínica de síntomas neurológicos (falta de fuerza, pérdida de visión, alteración del equilibrio...).
Análisis de sangre y del líquido cefalorraquídeo: Para excluir otras enfermedades que pueden producir lesiones en el sistema nervioso central. En el líquido cefalorraquídeo pueden encontrarse además datos de inflamación y activación del sistema inmune, que apoyan el diagnóstico. Para acceder a él, es necesario realizar una punción lumbar.
Resonancia magnética: Esta que puede revelar zonas de esclerosis múltiple (lesiones) en el cerebro y la médula espinal.
Pruebas de potenciales evocados: Que registran las señales eléctricas producidas por el sistema nervioso en respuesta a determinados estímulos.
 

Historia Natural de la Esclerosis Múltiple

Tratamiento
Tratamiento modificador de la enfermedad
* Reducen la frecuencia y severidad de los ataques clínicos (también llamados recaídas o exacerbaciones). Además previene que no haya una discapacidad neurológica a largo plazo.
Avonex® (interferón beta-1a)
— Una vez a la semana; inyección intramuscular (dentro del músculo); 30 mcg.
  2. .       Novantrone® (mitoxantrona)                                                        
— Cuatro veces al año por infusión intravenosa en un centro médico. Dosis límite en la vida del paciente: 8 a 12 dosis en un periodo de 2 a 3 años (140 mg /m2).
Reacciones adversas:  1. Debilidad, llagas en la boca, caída del cabello, diarrea, electrocardiograma anómalo, ritmos cardíacos anómalos.
2. Anorexia; insomnio, depresión; cefalea, vómito, diarrea, náusea, aumento de sudoración.
Tratamiento del brote
Cuando aparece un nuevo brote de la enfermedad, es posible tratarlo para disminuir la duración y la intensidad de los síntomas.
Prednisona: 200 mg/día. Vía oral durante una semana, luego 80 mg cada 48 hrs por un mes.
Metilprednisolona: El tratamiento habitual es metilprednisolona 1 gramo intravenoso al día, durante 3 o 5 días.
Reacciones adversas: Pueden comprender insomnio, aumento de la presión arterial, cambios de humor y retención de líquidos.
Tratamiento sintomático
Consiste en tratar cada uno de los diferentes síntomas que derivan de la EM, con el objetivo de mejorar la calidad de vida del paciente.
Fisioterapia. Un terapeuta físico u ocupacional puede enseñar ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, y mostrar cómo usar dispositivos para facilitar las tareas cotidianas.
También algunos medicamentos que alivian síntomas por ejemplo:
Amantadina (Fatiga) Adultos: 200 mg una vez al día o 100 mg dos veces al día. Cápsulas de 100 mg.
Dalfampridina (Capacidad de marcha) Una tableta de liberación prolongada (10 mg) para administrarse por vía oral. Suele tomarse dos veces al día (c/12 hrs), con o sin alimentos.
Reacciones adversas: (Amantidina): Los más frecuentes son mareos, ansiedad, incoordinación, insomnio y nerviosismo.
(Dalfampiridina): Dolor de cabeza, mareo, convulsiones, somnolencia, problemas para dormir (insomnio).

Estilo de vida y remedios caseros
Igual para aliviar los signos y síntomas
Descansa mucho.
Haz ejercicio. Hacer ejercicio con regularidad ayuda a mejorar la fuerza, el tono muscular, el equilibrio y la coordinación. Si hace calor, la natación u otros ejercicios en el agua son buenas opciones.
Dieta equilibrada. Los resultados de algunos estudios menores indican que una dieta con bajo contenido de grasas saturadas pero con alto contenido de ácidos grasos omega 3, como los que se encuentran en el aceite de oliva y de pescado, puede ser beneficiosa. No obstante, se necesita más investigación. Algunos estudios también indican que la vitamina D podría beneficiar a las personas que padecen esclerosis múltiple.
Reduce el estrés. El estrés puede desencadenar o empeorar los signos y síntomas. Para combatirlo, puede ser útil practicar yoga, masajes, ejercicios de meditación o ejercicios de respiración profunda.
Posibles complicaciones

La EM puede llevar a lo siguiente:
Depresión
Dificultad para tragar
Dificultad para pensar
Cada vez menos capacidad para cuidarse sin ayuda
Necesidad de una sonda permanente
Osteoporosis o adelgazamiento de los huesos
Úlceras de decúbito
Efectos secundarios de los medicamentos usados para tratar el trastorno
Infecciones de las vías urinarias
Prevención
Como la causa de esta enfermedad hasta hoy sigue siendo desconocida, no es posible su prevención. Sin embargo, los especialistas creen que una exposición habitual y sana a la luz solar (siempre con protección) puede ayudar a controlar uno de los factores que se relacionan con el desarrollo de la enfermedad, como es el déficit de vitamina D.
Una vez diagnosticada la patología, es recomendable realizar visitas periódicas al neurólogo para que haga un seguimiento adecuado.



bibliografías


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