jueves, 22 de noviembre de 2018

osteoporosis


La osteoporosis es una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea. Así, los huesos se vuelven más porosos, aumenta el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior, son más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con mayor facilidad.

Epidemiología
A la edad de 80 años el 27% de las mujeres tiene osteopenia y el 70% tiene osteoporosis de la cadera, columna vertebral, o antebrazo. El riesgo de fractura a lo largo de la vida es de 17,5% para la cadera, 15,6% para la columna vertebral y 16% para el antebrazo. En el hombre, estos porcentajes son muy inferiores (6%, 5%, y 2,5%, respectivamente). Los factores pronósticos de mayor mortalidad son sexo masculino, edad avanzada, enfermedades asociadas, y mal estado general.
La mortalidad después de una factura vertebral aumenta progresivamente luego de ser diagnosticada. La tasa de supervivencias es inferior en los hombres (72%) que en las mujeres (84%).
El impacto de una fractura aislada de vértebra puede ser bajo, pero las fracturas múltiples causan pérdida de altura y dolor de espalda en los estadios agudos. Esto produce menor actividad física y exacerba la osteoporosis subyacente, aumentando el riesgo de nuevas fracturas.
Se destaca que a medida que las poblaciones se alejan de la línea ecuatorial, la tasa de fracturas aumenta.
Solamente un tercio de todas las deformaciones vertebrales detectadas por los radiólogos reciben atención médica y menos del10% necesita hospitalización. Asimismo, solamente una cuarta parte de las fracturas vertebrales son consecuencia de caídas, ya que en general son producidas por las actividades cotidianas y por levantar objetos pesados.
Fisiopatología
El hueso es un tejido que está en constante formación y destrucción a lo largo de toda la vida. Este fenómeno se conoce como el remodelado óseo y se lleva a cabo por medio de la unidad de remodelación ósea que consiste en un conjunto de células encargadas de destruir pequeñas porciones de hueso, que son posteriormente sustituidas por hueso nuevo.
Causas
En el interior del hueso se producen durante toda la vida numerosos cambios metabólicos, alternando fases de destrucción y formación de hueso. Estas fases están reguladas por distintas hormonas, la actividad física, la dieta, los hábitos tóxicos y la vitamina D, entre otros factores.
En condiciones normales, una persona alcanza a los 30-35 años una cantidad máxima de masa ósea (“pico de masa ósea”). A partir de ese momento, existe una pérdida natural de masa ósea.
Las mujeres tienen más frecuentemente osteoporosis por varios motivos: su pico de masa ósea suele ser inferior al del varón y con la menopausia se acelera la pérdida de hueso (osteoporosis posmenopáusica).
Existen muchas otras causas de osteoporosis: alcoholismo, fármacos (glucocorticoides, tratamiento hormonal utilizado para el tratamiento de cáncer de mama y de próstata…), enfermedades inflamatorias reumáticas, endocrinas, hepáticas, insuficiencia renal, entre otras
Síntomas
La osteoporosis se denomina epidemia silenciosa porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas. Las fracturas más frecuentes son:
  las vertebrales
·         las de cadera
·         las de la muñeca (fractura de Colles o extremo distal del radio).
La fractura de cadera tiene especial importancia ya que se considera un acontecimiento grave debido a que requiere intervención quirúrgica, ingreso hospitalario y supone para el paciente una pérdida de calidad de vida aunque sea por un periodo corto de tiempo.
Historia natural de la enfermedad 








Tratamiento farmacológico de la Osteoporosis
Suplementos de Calcio y Vitamina D
Cuando se usan medicamentos para tratar la osteoporosis, se debe asegurar un aporte dietético adecuado de Calcio y Vitamina D, y en caso de que éste sea insuficiente/inadecuado, los pacientes deben recibir suplementos. Es conveniente la realización de niveles séricos de Vitamina D.
Aceptándose actualmente como correctos niveles de 25-OH vitamina D por encima de
30 ng/ml.
Los aportes de calcio y la vitamina D disminuyen el riesgo de fractura en mujeres institucionalizadas de edad avanzada.
  • Bisfosfonatos

Los bisfosfonatos son un grupo de medicamentos utilizados para la prevención y el tratamiento de enfermedades con resorción ósea, como la osteoporosis, asociadas al cáncer de mama y de próstata.
Se administra por vía oral (10 mg diarios o 70 mg semanalmente).

  • Risedronato

Su eficacia para disminuir el riesgo de fracturas vertebrales y de cadera en mujeres postmenopáusicas.
Se administra por vía oral (5 mg diarios, 35 mg semanalmente o 75 mg dos días consecutivos de cada mes)

  • Ibandronato

Ha demostrado eficacia en la prevención de fracturas vertebrales en mujeres postmenopáusicas con o sin fractura previa.
Dosis mensual oral de 150 mg e intravenosa trimestral de 3 mg.

  • Zoledronato

Es eficaz en la prevención de fracturas vertebrales clínicas o radiológicas, no vertebrales y en la de cadera.
Se administra únicamente por vía intravenosa en dosis de 5 mg anualmente.

  • Raloxifeno

Es eficaz en la disminución del riesgo de fracturas vertebrales en mujeres con osteoporosis  y con osteopenia, pero no ha demostrado disminución del riesgo de fracturas periféricas (no vertebrales y cadera).
Se administra por vía oral a la dosis de 60 mg/día.

Tratamiento hormonal sustitutivo
Numerosos estudios sugieren que la THS disminuye los factores de riesgo cardiovascular y el reinfarto de miocardio, mejora la densidad mineral ósea y la atrofia urogenital, y, posiblemente, disminuye el riesgo de ictus. Además, y debido a recientes investigaciones, la enfermedad de Alzheimer es menos frecuente en mujeres que usan THS, hecho que sugiere que el tratamiento hormonal disminuye el riesgo de padecer esta enfermedad.
Para mantener la mejoría de calidad de vida que se obtiene con la THS, debe utilizarse por un largo período de tiempo. La interrupción del mismo produce la pérdida de todas las ventajas obtenidas. Por otra parte, existe una justificada duda acerca de un posible incremento del riesgo de cáncer de mama tras el uso durante más de 7-10 años de la terapia hormonal. Sin embargo, se ha establecido que, en términos de mortalidad global, las mujeres que usan THS viven más años que las que no usan la THS.
Tratamiento no farmacológico
La medida preventiva más importante para disminuir las fracturas por fragilidad en la vejez es seguir, desde el nacimiento, un estilo de vida saludable que permita obtener un pico de masa ósea máximo en la madurez, y tratar de mantenerlo a lo largo de la vida, evitando o disminuyendo los factores que intervienen en su pérdida.
 Las medidas que más favorecen la consecución de una adecuada masa ósea durante la niñez y adolescencia son: una correcta ingesta de calcio, una suficiente exposición a la luz solar -de tal forma que permita la síntesis de la cantidad necesaria de vitamina D3- y la realización de ejercicio físico regular.
En las mujeres con osteoporosis posmenopáusica, el tratamiento no farmacológico comprende las medidas de estilo de vida, que evitan la pérdida de masa ósea, y las medidas encaminadas a prevenir las caídas, que son, en último término, las principales causantes de las fracturas por fragilidad.
Modificación del estilo de vida
Las medidas necesarias para prevenir el deterioro óseo que conduce al desarrollo de una osteoporosis en mujeres sanas posmenopáusicas son una dieta equilibrada y con un aporte correcto de calcio y vitamina D, una exposición a la luz solar suficiente (sobre todo en pacientes institucionalizadas), ejercicio físico, abandono del hábito tabáquico y moderación de la ingesta de alcohol y de cafeína.
Dieta
Cuando la enfermedad celíaca es un importante contribuyente a la osteopenia , una dieta libre de gluten puede resultar en la mejora de la densidad mineral ósea.
Los datos sobre el impacto de la ingesta de proteínas en la densidad ósea son contradictorios . Mientras que algunos estudios sugieren que el aumento de la ingesta de proteínas puede estar asociada con un menor riesgo de fracturas de cadera y la pérdida ósea , otros sugieren que la ingesta alta de proteínas puede aumentar la resorción ósea y la excreción de calcio. Por lo tanto , teniendo en cuenta los datos contradictorios , no se recomienda la modificación de la ingesta de proteínas , como estrategia para la prevención de la pérdida ósea.


evaluación y diagnóstico de osteoporosis en el adulto
Factores de riesgo de osteoporosis y fracturas
  • Historia personal de fracturas
  • Antecedentes de fractura en familiares de 1er grado
  • Enfermedades asociadas
  • Menopausia precoz (< 40 años) o quirúrgica (<45 años)
  • Carencia de estrógenos en la premenopausia
  • Delgadez (IMC* < 20) o trastornos en la conducta alimentaria
  • Ingesta de corticoides u otras drogas
  • Tabaquismo (> 10 cigarrillos diarios)
  • Trasplante de órganos
  • Amenorrea primaria o secundaria
  • Inmovilización prolongada
  •  Bajo consumo de calcio

Enfermedades y hábitos que causan disminución de la densidad ósea
Trastornos de la conducta alimentaria
Osteomalacia
Hiperparatiroidismo
Hipertiroidismo
Hipogonadismo
Síndrome de Cushing
Hiperprolactinemia con trastornos del ciclo menstrual
Insuficiencia renal crónica
Litiasis renal, hipercalciuria
Enfermedades hepáticas crónicas (cirrosis biliar primaria,
hepatitis crónicas)
Síndrome de malabsorción
Enfermedad celíaca
Gastrectomía-Cirugía bariátrica
Artropatías inflamatorias crónicas
Mieloma múltiple
Enfermedades hematológicas crónicas
Neoplasias hematológicas
Diabetes tipo 1
Osteogénesis imperfecta
Tabaquismo
Alcoholismo
Inmovilización prolongada (más de 3 meses)
Neoplasias en general
SIDA
Fármacos que causan disminución de la densidad ósea
Corticoides a cualquier dosis
Hormona tiroidea a dosis supresivas de la TSH
Análogos de la GnRH
Antiandrógenos
Inhibidores de la aromatasa
Anticonvulsivantes
Anticoagulantes
Furosemida
Tiazolidindionas
Inhibidores de la bomba de protones
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
Antipsicóticos de segunda generación
Litio
Diagnóstico
Radiografía
Es útil para detectar fracturas vertebrales, debiendo ser indicada con este objetivo; el hallazgo de por lo menos una deformidad vertebral es un indicador de osteoporosis (descartadas previamente otras causas posibles de fractura) y debe considerarse un factor de riesgo para nuevas fracturas39 (grado A).
Clínicamente puede sospecharse la existencia de fractura vertebral cuando exista una pérdida documentada de 3 cm en la estatura o de 4-6 cm desde la talla recordada en la juventud, por lo que en estas situaciones puede estar justificada la realización de una radiografía de columna.
La presencia de fracturas vertebrales permite realizar el diagnóstico de osteoporosis (siempre que se descarten otras causas) y es un factor de riesgo para nuevas fracturas40 (grado A).
La radiografía también es útil para descartar espondiloartrosis y calcificaciones vasculares, entre otros factores que pueden afectar la medición de la densidad mineral ósea.

Densitometría mineral ósea
En la actualidad se siguen utilizando los criterios de la clasificación de la OMS de 1994. La misma se basa en comparar los valores de DMO del paciente adulto con los valores de la media del adulto joven del mismo sexo y raza.
A continuación se detalla la nomenclatura aceptada internacionalmente para DXA (absorciometría dual de rayos X):
Nomenclatura
- DXA: en lugar de DEXA
- T-score: en lugar de T score, t-score, o t score
- Z-score: en lugar de Z score, z-score, o z score
En la clasificación se considera el T-score, que es el número de desvíos estándar por arriba o por debajo de la media de DMO normal de la población adulta joven del mismo sexo, estudiada por DXA central.
Clasificación de los valores de densidad mineral ósea, según el Comité de Expertos de la OMS
Normal: hasta -1.0
Osteopenia: inferior a -1.0 y hasta -2.5
Osteoporosis: inferior a -2.5

Osteoporosis grave: inferior a -2.5 más la presencia de fractura



bibliografías




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